Hacía mucho que no escribía en el blog y si he de ser sincera he visto muchas películas desde entonces. Pero ayer por la noche estuve viendo una muy especial, y pensé: "Ésta la tengo que comentar".
Una de las mejores películas que he visto últimamente, preciosa y sorprendente. Hay momentos en los que te hace llorar mucho pero también te da en qué pensar. La película nos va llevando al pasado pero sin dificultad ni confusión alguna con el presente.
La historia trata de una familia: la pareja y tres hijos. Una de las hijas, Kate, tiene cáncer desde muy pequeña. A los padres se les propone concebir otro bebé totalmente compatible con Kate para poder ayudarle en su enfermedad. Sin pensarlo demasiado, los padres acceden y nueve meses más tarde nace Anne. Desde que era bebé ha sido sometida a operaciones, ingresos hospitalarios, pruebas, extracciones de sangre... Hasta que un día, a sus 11 años decide ir a un abogado que sale por la tele diciendo que quiere la "emmancipación médica". El abogado decide ayudarla y se queda sorprendido con su historial médico. Cuando la madre se entera de lo que está pasando, no comprende la decisión de Anne, cree que es egoísta pensar eso y que Kate morirá. Iremos descubriendo poco a poco el origen de la enfermedad de Kate, su primer y único amor y la primera intervención a Anne. Kate está empeorando y necesita urgentemente un donante de riñón, pero su hermana, 100% compatible se niega... En el juicio, entre Anne y el hermano cuentan la verdadera razón de la "emmancipación médica", Kate quiere morir, su vida es una lucha diaria por sobrevivir y ya está cansada.
Esta película la recomiendo a todo el mundo, bueno, a todo el mundo no, no a niños pero sí a adultos y a jóvenes con complejos físicos.
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